El Señor, el fuerte el valiente en la batalla, El señor de los ejércitos que lucha contra el mal, y este mal es el odio, la envidia, la soberbia que tanto nos cuesta, pues El Señor rompe todo esto con Jesucristo, llevando sobre si los pecados, no resistiéndose al mal y entregando su vida por todos nosotros, el deja que le hagan daño, como este cordero que vence al mal.
Y dice ¿Quién subirá al monte del Señor? el de manos inocentes y puro corazón, solamente uno que es Jesucristo. El es el que nos puede santificar totalmente con su sangre y transformar nuestra inmundicia en una nueva creación.
Bien hermanos es una palabra realmente fuerte reconocer lo débiles que somos, caemos en tantos pecados, y hoy el viene hacia ti, a liberarte de la esclavitud del pecado, es maravilloso ver todo lo que El Señor hace por nosotros, y recordad siempre que somos suyos, el nos elige para que seamos UNO con el y lo vivimos en la eucaristia.
Pidámosle al Señor que nos ayude, a permitir dejarlo entrar, dejando la razon y la soberbia de lado, simplemente dejándose llevar por su voluntad, asi el rompe estas puertas del infierno que cada uno llevamos.
¡Animo!
La paz
José Guillermo Ramos
Pd. Inspirado en catequesis de Kiko en 1986
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